Hace ya años que el email es automático.
Hay miles de plataformas que hacen envíos a listas de correos enviando un email que podría tener alguna inteligencia, cómo completar el nombre del destinatario o reemplazar partes del email.
Por otro lado, había toda una serie de plataformas que nos permitían crear series de emails, para ir llevando a un usuario desde un lead frio, exseñarle sobre nuestro producto e ir educandolo para que esté listo para hacer la compra.
Email automation agrega una nueva capa de inteligencia, que es la interacción de los usuarios con nosotros.
De esta forma, podemos crear flujos de emails para acompañar al usuario en su bienvenida a nuestro producto o servicio teniendo en cuenta sus acciones en nuestro sitio web, si nos respondió un email, si compró un producto, etc. Generando una interminable cantidad de combinaciones.
Imagina una plataforma que dé la bienvenida por email a tus nuevos clientes, los invite a aprender cómo utilizar tu producto automáticamente en base a reglas predefinidas según, por ejemplo, el producto que compró y que la plataforma sepa cuando debe dejar de activar a tus usuarios en base a su interacción, como una visita al sitio o que haya respondido un email de los enviados.
Siendo que son plataformas tan configurables es importante hacer una correcta instalación al sitio, para poder basar las reglas sobre acciones bien definidas y que no lleven a mensajes errados.
El email es muchas veces una pieza a la que no se dedica la suficiente atención, pese a que es una de las que mayor retorno genera.
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